lunes, 21 de noviembre de 2011

Ayer, casi al final del día, cuando me disponía a dormir, me llegó una pregunta que hasta este momento me ha hecho reflexionar. Tal vez porque me tomó por sorpresa, por lo sencilla (en la forma) y a la vez compleja (en el fondo) o simplemente porque nunca me había puesto a pensar en ello… bueno, sin darle más vueltas esta es: ¿A CUANTAS PERSONAS LE HABLASTE HOY DE DIOS?

Una de las misiones de nosotros los cristianos, como nuevas criaturas que somos, no solo se limita ser obediente y a creer en Dios; sino también a compartir las buenas nuevas de nuestro Señor Jesucristo con todos aquellos que estén cerca de nosotros. Qué fácil es decirlo no? Qué bonito se lee y aún más se oye, lo sé; pero también tengo la certeza que no es imposible.

Lo que tenemos que hacer, es poseer un corazón dispuesto, pero ¿a qué? En primer lugar a recibir su palabra sin espacio para las dudas; porque imagínate cómo puedes hablarle de algo a otra persona, si tú mismo no crees en lo que dices. Segundo: una vez que el mensaje ha entrado en ti, es necesario estudiarlo y meditarlo; y por último, lo más importante: practicarlo, recuerda que no hay mejor testimonio que el de tus obras.

A mí me encanta hablar de Dios a todas horas, en cualquier lugar, sin distinción de personas. Considero que sería egoísta e injusto quedarme callado, no compartir la gran bendición que mi Señor me regala día a día por medio de su bendita palabra.

Creo firmemente que cuando el Señor nos llama, es porque nos tiene una misión, muchas veces tenemos miedo, pero Él nos da la fuerza necesaria para enfrentarla, nosotros solo debemos esforzarnos y ser valientes.  Por ello, Gema; Melissa, Yudelkys, Xiomara, Eva, Gustavo y un servidor, aprovechando los alcances inimaginables de internet, queremos compartir nuestras experiencias como jóvenes y como cristianos, comprometidos en todo momento a que éstas lleven un claro mensaje: ¡CRISTO TE AMA!  Y al mismo tiempo sean de bendición para muchas vidas.

Recordemos que CRISTO vive y se vive, predicando el evangelio. Nuestro deseo es hacerle conocer a otros el gozo de haber encontrado el Pan de Vida: JESUCRISTO; quien ha saciado la necesidad más profunda de nuestra alma y la ha convertido en gracia.

Hoy iniciamos este proyecto, llenos de alegría tan solo de imaginar que este mensaje está llegando a tu vida, que ha servido para hacerte reflexionar y que al final de la jornada cuando te preguntes ¿a cuantas personas le hable hoy de Dios? Tu respuesta sea un número mayor al que dijiste el día de anterior.
Que Dios bendiga todos tus caminos.

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