domingo, 27 de noviembre de 2011

Tu eres bueno.

Para empezar, tengo que compartir, acerca de lo que me hace escribir en estos momentos, y es ese amor incomparable, EL AMOR DE DIOS, pues no hay nada en el mundo que haya encontrado ni siquiera un poco semejante a lo que Él me hace sentir.

Ese amor que me dice una y otra vez atrévete hija mía, tú puedes, “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque yo estaré contigo dondequiera que vayas”(Josué 1:9).  Ése es el amor incondicional, porque aun cuando no he hecho nada, ya cree en todo lo que soy capaz de lograr, sin dudarlo. Pues me da esperanza y la seguridad que no importa la situación que venga, las dificultades en las que me encuentre, las dudas que me quieran atormentar, él ya cree en mí, y sobre todo el va estar ahí. Solo tengo que obedecer su mandato y permanecer confiada, pues a su lado todo es posible.

No existe en el mundo amor más paciente que el suyo, pues él es bueno conmigo aun cuando no lo merezco, me perdona una y otra vez, y me recibe con los brazos abiertos. Cada vez que me siento débil, triste, o hasta en ocasiones enojada,  me habla para recordarme diciéndome “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6-14), y sin juzgarme me hace levantarme una y otra vez.

Por mucho tiempo viví engañada, y conocí a un Dios totalmente diferente, y no porque así lo fuera, sino por ignorancia, creí en la imagen de lo que el hombre me decía, sin embargo hoy puedo decir con toda seguridad que el mejor día de mi vida ha sido cuando abrí mi corazón a él, y conocí al verdadero amor que jamás podrá existir otro igual, por eso es mi deseo corresponderle; para mí no es ningún sacrificio dejar de hacer cosas que antes creía que estaban bien, pues cuando amas a alguien no se llama sacrificio se llama “amor” , acaso hay mayor sacrificio que el dar la vida por mí?.

A partir de ese día, mi deseo es que mi familia, amigos y todas las personas que quiero, conozcan de ese amor, pues me hace tan feliz, que quisiera que todos estuvieran así. Yo creo que muchas personas se sienten igual que yo, por eso  te invito a que mostremos día a día en nuestras actitudes y actividades que por muy rutinarias que nos parezcan, ese amor que ahora alberga nuestras almas, pues pienso que no hay mejor garantía de lo que hablamos que las acciones que hacemos; en lugar de juzgar a nuestro prójimo, mostrémosles al Dios vivo y amoroso que hoy conocemos, esa es nuestra responsabilidad.  (Mateo 4:18-20.) Entonces Jesús llamó a Santiago y a Juan, que estaban en su barca remendando sus redes. Invitó a estos también a hacerse pescadores de hombres.

Y si aun no conoces acerca de este amor, yo te puedo garantizar que ¡no encontraras amor más grande que éste! 

“Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él”, 1 Juan 4:16-21




No hay comentarios:

Publicar un comentario