viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Le abrimos la puerta?

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” Ap. 3:20

Cuantas veces Dios ha llamado a nuestra puerta y no hemos querido abrirle, perdiendo así su bendición. Como vemos no nos pide cosas difíciles, mucho menos imposibles, Él solo quiere entrar en nuestra casa que es nuestro corazón, nuestra vida misma. El Señor viene a visitarnos no para ser juzgados y castigados, sino para que Él pueda estar con nosotros y nosotros con Él.

No le abrimos porque nos escondemos, porque al estar pensando en otras cosas no escuchamos cuando nos llama; o simple y sencillamente por conveniencia propia. Ya que sabemos que nuestra casa (corazón) no está limpia ni ordenada.

Jesucristo no hace distinciones entre una casa y otra; no pide una morada de lujo, al contrario entre más humilde sea, es mejor. Tampoco entra a la fuerza, sino que nos da la oportunidad de elegir entre abrirle o no dejarle pasar.

No le abrimos cuando dejamos que nuestros problemas sean más grandes que nuestra fe, cuando el miedo nos domina, cuando hacemos nuestra voluntad y no la del Padre, cuando nuestro corazón está lleno de odio, rencor y orgullo; o cuando renunciamos a ser fuertes y elegimos el camino fácil: la derrota.

Ayudemos a nuestros semejantes, seamos humildes, estemos firmes, oremos en todo momento, para que cuando Dios toque nuestra puerta, le dejemos pasar y Él vea que nuestra casa está en las mejores condiciones.

No temamos en recibirle, no perdamos la ocasión de sentarnos a la mesa y cenar con el Rey de Reyes. No dejemos pasar más tiempo viviendo sin CRISTO, Él trae hasta nuestra puerta sus bendiciones, paz, amor, felicidad y prosperidad.

La próxima vez que Dios vuelva a llamar a la puerta, no dudemos ni por un instante en hacerlo pasar para que podamos disfrutar de todas sus bondades y así, alcanzar la gloria eterna que nos ha prometido! 

Que Dios bendiga todos tus caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario